viernes, 31 de octubre de 2014

Hacia un estilo de vida más saludable: consejos previos (I)

La alimentación, la actividad física y demás hábitos de vida nos determinan en muchos aspectos. Tarde o temprano nadie se salva, por más buena genética de la que goce, de las consecuencias de sus elecciones al respecto. Sin embargo, son muchas las personas que carecen de información o están mal informadas al respecto, siendo aún más difícil para ellos. Por eso, hoy los invito a dejar las beauty reviews de lado por un rato y acompañarme a derribar esos mitos y compartir con ustedes lo poco o mucho, ustedes dirán, que he aprendido al respecto.

Mi experiencia con mi propio peso

No lo voy a negar. Como la gran mayoría de las mujeres, varias veces me he planteado el tema de mi peso. Debo admitir que mi altura nunca ayudó. Hoy en día, midiendo 1.73 m, sé que no puedo comparar mi peso con la generalidad de mis amigas o compañeras. Es lógica: por un tema de altura siempre voy a pesar más que la media. Sin embargo cuando era más chica no lo veía tan claramente. Y como todo el asunto me parecía de lo más molesto, no le di importancia durante casi toda mi adolescencia. "¿Balanza? ¿Qué es eso?". Yo me sentía cómoda con mi estado físico, así que ni me molestaba en pesarme.

Pero eventualmente, luego de haber dejado de hacer deporte por un tema de horarios y al terminar almorzando todos los días en la escuela, aumenté de peso. Con 17 años recién cumplidos y sin idea de cómo comer sano (sabía que la revista 'ParaTeens' no podía servirme de guía de salud) decidí ir a la nutricionista y en unos 6-7 meses, con dieta y ejercicio, bajé los 5 kilos que (creo) había subido. Lo relevante sin embargo no fueron los kilos bajados, sino lo que aprendí de mis visitas a la nutricionista. Cuestiones que hoy en día me parecen obvias, pero que en ese momento fueron enseñanzas magistrales, y que compartiré más adelante con ustedes. Me inscribí en un gimnasio y en clases de danza, haciendo ejercicio de forma regular. Fue entonces que aprendí (también gracias a la nutricionista) que el peso no está directamente relacionado con la masa. Uno puede haber bajado varias tallas y no haber bajado tantos kilos. Varios factores como el peso de los huesos, la masa muscular, la retención de líquidos, etc influyen en el peso, no todo es grasa. Justamente, yendo al gimnasio casi a diario me di cuenta que la ropa me quedaba más grande y sin embargo la balanza casi ni variaba.

Todo parecía estable: había aprendido cómo vivir saludablemente.

Hasta que llegó la universidad...y vivir sola (o al menos sin mis padres).

La falta de un horario de comidas y la libertad de hacer cosas como cenar en el desayuno o tener 3 desayunos al día (siendo fanática de los dulces, el segundo se daba con frecuencia) me llevaron a aumentar 8 kilos en tan sólo 5 meses. Sí, en serio. La vida universitaria puede hacer estragos si uno no se cuida. Luego de las vacaciones de invierno decidí volver a mi peso habitual. Al gimnasio, sin embargo, nunca regresé: los gimnasios de La Plata (la ciudad donde resido actualmente) nunca me gustaron, nunca me sentí realmente cómoda en ninguno. Decidí entonces hacer gimnasia en mi casa: me compré las mancuernas, la pelota, las bandas para estirar. Y en más o menos 7 meses bajé 5 kilos. Los 3 restantes, decidí olvidarlos. Después de todo me sentía cómoda con mi peso.

Me mantuve más o menos igual hasta que en 2012 me separé de mi novio de hace año y medio, con el cual tenía una relación a larga distancia (*inserte violín melancólico aquí*). Caí, como varias, en la 'gula emocional', y aunque fue de modo paulatino terminé subiendo aquellos 5 kilos que casi 2 años antes había bajado.

Casi inmediatamente después, viajé a Japón, y mi afán por probar todas las deliciosas comidas japonesas me llevaron a subir casi 4 kilos en 2 meses. Es decir, que estaba en el peso más alto que había tenido nunca, a 12 kilos de lo que solía pesar en la secundaria. De todas formas, de esos 4 kilos jamás me voy a arrepentir. Disfruté, conocí y degusté todas las comidas que tenía ganas de probar, consciente de que no iba a volver a probarlas, al menos durante un tiempo. Hay que disfrutar la vida de vez en cuando, no todo es números y kilos ;)

Luego del viaje y al volver a la rutina universitaria, me propuse una meta un tanto audaz: bajar esos 12 kilos y volver a mi peso de la secundaria. Lamentablemente, ese año mis esfuerzos no rindieron tanto fruto como en otras oportunidades. En 10 meses bajé menos de 3 kilos. Varios factores influyeron: temas emocionales, estrés por la universidad y sobre todo, vivir casi medio año con un compañero de cuarto que comía de todo y no engordaba un gramo (cómo lo envidio! jaja). Pero en el fondo sabía cuál era el principal problema: falta de motivación y de constancia.

Lejos de frustrarme y darme por vencida, decidí buscar consejos en la web y fue así que terminé en el blog de Wengie, una blogger australiana. En un post hablaba de varios consejos para bajar de peso y entre ellos sugería una página: My Fitness Pal. Despertó mi interés y decidí probarla. Sinceramente la primera vez fue un fracaso. Se me olvidaba con frecuencia anotar lo que había comido y al cabo de una semana dejé de usarla.

Sin embargo, teniendo este año ya un celular más moderno en el que puedo descargar aplicaciones (sí, hasta fines del año pasado no tenía ni idea de qué era el whatsapp) decidí probarla una vez más y descargarme la app. Y debo decir que funcionó de maravillas! En los 4 meses que llevo usándola con constancia, he bajado 4 kilos.


Pero antes de entrar en detalles sobre las apps, que lo dejaré para lo último, pasemos a algunos consejos básicos.

Consejos a tener en cuenta antes de emprender el camino hacia una vida más saludable


  1. Olvidáte de la palabra 'dieta': el primero y quizás el más importante de todos los consejos. ¿Con esto quiero decir que uno puede comer lo que quiera y listo? No, para nada. Lo que sucede es que la palabra 'dieta' la asociamos con un período de sacrificio para lograr un objetivo (bajar X cantidad de kilos). Por lo cual, con solo mencionarla ya nos desalentamos y proponemos posponerla para 'el próximo lunes', o 'después de X evento', etc. Si finalmente nos ponemos las pilas terminamos, en nuestro afán de llegar a la meta en el menor tiempo posible, haciendo cosas no tan saludables y que nos pueden terminar perjudicando. Para colmo, si llegamos a cumplir con nuestro objetivo, una vez bajados los kilos nos 'relajamos' y suelen volver tan o más rápido de lo que los bajamos.

    No son dietas las que tenemos que hacer, sino cambios permanentes en nuestra vida. No me refiero a que tengamos que vivir a lechuga, sino a pequeños cambios en nuestros hábitos que marcan diferencias importantes.
     
  2. No es una carrera: muchas 'dietas milagrosas' que salen en revistas prometen bajar 2 kilos por semana u 8 kilos en un mes. Mi consejo: tiralas a la basura. Esas dietas son demasiado bajas en calorías, no dandole una adecuada nutrición al cuerpo y generando por ende, el famoso efecto rebote, haciendo que subas tan rápido como perdiste todos esos kilos o incluso ganando algunos de más. Como decíamos antes, la palabra 'dieta' debe ser erradicada de nuestro vocabulario. No nos estamos sometiendo por un determinado tiempo a un sacrificio insalubre, sino que vamos a hacer cambios permanentes poco a poco, y para eso tenemos toda la vida, no? ¿Cuál es el apuro?
  3. Nuestro cuerpo es 'costumbrista': nuestro cuerpo es aún más perezoso que nosotros y no le gustan los cambios, por lo que se toma un tiempo en reaccionar. Claro está, esto varía según el metabolismo de cada uno, pero lo que quiero decir es que no te desesperes si la balanza no muestra cambios de una semana a otra aunque hayas comido lo más saludable posible y hayas ejercitado a diario. El cuerpo suele 'estancarse' en un peso si se lo mantuvo por mucho tiempo y se toma su tiempo en seguir el ritmo, si uno es constante verá los cambios eventualmente.
  4. No te obsesiones con la balanza: muy relacionado con el punto anterior. Los cambios no se reflejan de forma automática y obsesionarte por los números termina perjudicandote. Además, como les comentaba antes, no siempre no bajar en kilos significa que no bajes en tallas. Por lo tanto es recomendable que además de pesarte, tomés por costumbre tomar tus medidas una vez cada mes o dos meses, para que puedas medir esos cambios que la balanza no muestra.

    Para empezar, el peso del cuerpo varía a lo largo del día debido a la retención de líquidos, la linfa, etc. Por lo tanto es recomendable pesarse siempre a la misma hora del día y como mucho, una vez a la semana. También trata de usar ropa similar para que no varíe tanto el peso. En mi caso, me peso todos los miércoles a la mañana en pijama, así me aseguro de que no varie el peso por la ropa que use ese día.
  5. Date un gusto de vez en cuando: fijarte tal o cual alimento como 'prohibido' va a llevar a que termines dandote un atracón de eso eventualmente. No hay necesidad de fijar un menú rígido e invariable. Concedete el antojo, pero con límites. ¿Tenés ganas de comer chocolate? Pues comprate un cuadradito de marroc (y no la tableta gigante de Cofler).

    En mi caso, varias veces he ido a la panadería a comprar una o dos facturas, o a pedir $10 en chipa. Lo suficiente para sacarme el antojo, pero sin hacer desastres en mi alimentación.
  6. No te compares con los demás: quizás una de las más difíciles, especialmente para las mujeres. Como comentaba al principio del post, a mi me tomó varios años entender que con mi altura no podía comparar mi peso con el de mis compañeras, que siempre suelen ser más bajas que yo. Si a eso le sumamos otros factores como el ancho y peso de nuestros huesos, la retención de líquidos que tenga cada uno, etc. nos damos cuenta que cada persona es un mundo y que tu peso ideal es en el cual te sientas más cómoda. Mientras el peso entre el 18 y el 25% del Indice de Masa Corporal (IMC), cualquier número en el que te sientas mejor está bien.
  7. Proponete llevar una vida más sana y no específicamente ser 'flaca': cada uno tendrá sus propios motivos para cambiar sus hábitos de vida, pero te aseguro que lo primero (llevar a una vida más sana) llevará eventualmente a lo segundo (bajar de peso), pero no necesariamente se da lo mismo a la inversa.
  8. Hace los cambios de manera paulatina: seguramente en un momento de inspiración te propongas salir a correr 2km por día, hacer 200 abdominales diarios, comer no más de 1200 kcal y tomar 2.5L de agua diarios. Baja un cambio. Los cambios deben hacerse de a poco, sino lo más probable es que tan rápido como los 'incorporemos' también vamos a abandonarlos. Proponete sumar un pequeño cambio cada semana: no de 0 a 2.5L de agua de un día para el otro, sino un vaso al despertar, otro antes de ir a dormir, luego uno con cada comida y así de a poco llegarás a la cantidad ideal.
  9. Dale el cuerpo su merecido descanso: la falta de sueño puede afectar nuestra salud en una inmensidad de cuestiones. No sólo lleva al aumento de peso, sino también aumenta la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco, afecta a nuestra capacidad intelectual, perjudica nuestra piel y muchísimas consecuencias más. Personalmente me declaro culpable de no cumplir con mi propio consejo, pero estoy esforzándome por lograr el cambio. Tratemos todos de dormir un mínimo de 7-8 hs por día!

Después de esta introducción, voy a pasar en los próximos posts a hablar puntualmente de la alimentación, el ejercicio y por último, algunas apps y páginas útiles para un mejor estilo de vida.

Muchas gracias por leer ♥ 
V.

lunes, 27 de octubre de 2014

Claridge- Acondicionador Oro de Argán

Hoy voy a contarles sobre un acondicionador que empecé a utilizar hace ya 4 meses.

Mi gran problema, como el de muchas, es el frizz; que sumado a una cabellera abundante termina convirtiéndose más bien en una melena de león. He probado muchos productos anti-frizz, pero la mayoría terminó dejándome el cabello demasiado pesado. Estaba a punto de darme por vencida cuando, investigando en la web, descubrí que el aceite de argán podía llegar a ayudar. Y pensé ¿por qué no?. Después de probar tantos productos, uno más o uno menos no haría mucha diferencia, ¿no?.

Así terminé en la perfumería con una lista de marcas cuyos productos están hechos a base de este aceite, y luego de probar el de "Alta Moda" (que no me gustó para nada), decidí darle una chance a "Claridge" (después de todo, es de "Inecto" y siempre me han gustado sus productos) y me arriesgué a comprar una vez más otro producto con aceite de argán, negada a descartar este supuesto 'aceite milagroso' tan rápidamente. Me alegró de haberlo hecho, porque ¡me encantó este acondicionador!


Antes de hablar puntualmente del producto, repasemos las propiedades del aceite de argán, el llamado 'oro líquido' de Marruecos:

Hidrata el cabello de forma natural, lo vuelve más manejable, restaurando su suavidad.
Penetra en los poros del pelo mejorando la elasticidad del cabello y es un excelente agregado nutritivo para el crecimiento del cabello. Posee propiedades antioxidantes naturales, que contribuyen al fortalecimiento de su cabello gracias a su acción reparadora de la membrana celular del pelo dañado.
Contiene vitamina E, esencial para renovar y reparar tu pelo.
Contribuye a bloquear la humedad y aumentar el brillo, gracias a su propiedades anti-grasa.
Por último, posee Omega 3 y Omega 9, ambos fuente directa de los componentes esenciales de nutrición para los poros del cabello y sus raíces. Estos ácidos grasos insaturados refuerzan las estructuras de la unión de proteínas en el cabello, optimizando su fuerza y preveniendo las puntas abiertas.

Con toda esta información previa, paso a contarles mi experiencia con este acondicionador:

Este acondicionador está recomendado para "cabellos y puntas muy maltratados" y promete "reparar los nutrientas esenciales, dejándolos sedosos y con un brillo increíble".

Tengo que empezar por decir (aunque quizás no sea lo más relevante) que este acondicionador huele genial! Me encanta la fragancia, a diferencia del de "Alta Moda" que tiene un olor horrible a químicos ><

Dejando la fragancia de lado, es un acondicionador de textura liviana, lo que me llevó a pensar (mientras me lo aplicaba) que ni ahí iba a solucionar mi eterno problema de frizz. Me equivoqué. A pesar de que es bastante 'líquido' para ser un acondicionador, es realmente muy hidratante! Mi pelo quedó más suave y con mucho menos frizz. Obviamente, aún tengo algo de frizz, pero es mínimo comparado con lo que tenía antes. Debo decir que nunca antes en mi vida (viviendo en un lugar húmedo como vivo hoy en día) tuve tan poco frizz en mi pelo. Con otro producto de aceite de argán incluso llego a erradicarlo la mayoría de los días, pero sobre ello les contaré después ;)

En mi caso tengo cabello seco, por lo cual no puedo decirles si es adecuado o no para cabellos grasos. Sin embargo, dado su textura, creo que si lo aplican de medios a puntas, probablemente les sirva (si tienen el cabello muy maltratado/con puntas abiertas).

Puntos a favor: 
  • Reduce el frizz
  • Deja el cabello más suave
  • No deja el cabello pesado
  • Fragancia exquisita 
  • No tan caro (si mal no recuerdo, el envase dê 400 gr. ronda los $50. Voy a confirmar el precio y actualizaré luego!)
Puntos en contra:
  • En lugares secos (como en mi ciudad natal, en la Patagonia) su poder de hidratación resulta un tanto insuficiente. Pero nada que un enjuague con Savia vegetal o una buena crema de peinar hidratante no puedan resolver.

Mi puntaje: 95/100

¡Realmente me encanta este acondicionador! Sufro porque en el Sur es muy difícil de conseguir >< Cuando me mude de vuelta para allá tendré que comprar al mayorista en Bs As jaja


Muchas gracias por leer ♥ 
V.

jueves, 9 de octubre de 2014

Adiós a los párpados hinchados con té de manzanilla!

Todas nos hemos levantado una que otra mañana luego de irnos de fiesta toda la noche y tomarnos hasta el agua del florero, o luego de haber llorado como boludas por algún pibe que no se lo merecía, o habernos pasado buena parte de la noche en vela estudiando para un parcial, y nos hemos llevado una sorpresa (por no decir susto) al ver nuestro reflejo en el espejo y encontrarnos con los ojos hinchados como sapo. Y la crema de ojos encima no ayuda en nada... Y la hinchazón con maquillaje difícilmente la disimulemos... Al horno? No. Hay una solución muy simple! Y encima casera! Pero primero, analicemos las razones por las cuales podemos amanecer con los ojos hinchados. Hay que saber la causa para obtener la solución, no? ;)
  • Falta de sueño (me declaro culpable y reincidente .__.)
  • Sufrir algún tipo de alergia.
  • Padecer alguna enfermedad ocular.
  • Un consumo excesivo de sal.
  • Leer con poca luz o estar muchas horas delante de la televisión o del ordenador. (nuevamente culpable)
  • Llorar, el llanto hace que nuestros ojos se hinchen.
  • La dieta también incide en la salud de nuestros ojos.
  • Padecer de retención de líquidos. (una vez más, culpable ><)
Como ven, tres de las causas son mi pan de cada día prácticamente. Así que, quizás como muchas de ustedes, tengo experiencia en ojos hinchados.

Probé todo tipo de métodos: guardar la crema de ojos en la heladera (no cambiaba mucho), aplicar hielo (me irritaba la piel, ya que tengo piel sensible), utilizar rodajas de pepino (me dolía en el alma desperdiciar comida ;__;), aplicar bolsas de té frías (tenía que esperar tanto tiempo a que se enfriaran que la mayoría de las veces me iba de casa sin aplicarlas).
Hasta que hace un par de semanas, analizando todas las técnicas que había usado y cuáles me habían resultado efectivas (aunque poco prácticas), encontré dos factores en común que funcionaban siempre: aplicar algo frío y el té de manzanilla.

Fue así que mirando un día un video sobre técnicas de desmaquillaje (que está genial, se los recomiendo) me vino a la mente una idea al ver los discos de algodón.

Y tras haberla probado por las últimas 2 semanas con resultados favorables, decidí compartirla con ustedes :)

Les explico el porqué de los 'ingredientes' elegidos:



El té de manzanilla es utilizado en forma externa para aliviar lasinflamaciones de la piel, enrojecimiento, irritación, quemaduras comunes y solares, brindando alivio inmediato y una curación más rápida del área lesionada.

La vitamina E, por su parte, ayuda a aumentar la microcirculación de la piel (flujo sanguíneo) ayudando a mejorar la alimentación del tejido, mejorando así, la elasticidad de la piel y ayudando a reducir las arrugas.

*ADVERTENCIA* Hay gente que puede presentar reacciones alérgicas a la vitamina E aplicada de forma tópica.


Todo lo que necesitamos es:
  • Dos saquitos de té de manzanilla
  • Una taza de agua hirviendo
  • Un envase limpio (preferentemente con dispenser, tipo envase de jabón líquido, ya que es más práctico de usar)
  • Cuatro cápsulas de Vitamina E (opcional)
  • Una heladera :P
  • Discos de algodón
Pasos a seguir:
  1. Preparamos el té con dos saquitos en una taza y lo dejamos reposar unos 10 minutos.
  2. Con ayuda de un embudo, vertemos el contenido en el envase.
  3. Utilizando un escarbadiente o una aguja, pinchamos las cápsulas y vertemos su contenido dentro del envase.
  4. Mezclamos bien y metemos en la heladera.
  5. Una vez frío, tomamos un disco de algodón y lo dividimos en dos. 
  6. Sacudimos bien la botella para que se mezcle y empapamos cada mitad con el líquido y las aplicamos tipo máscara en cada párpado con los ojos cerrados.
  7. Esperamos unos minutos y luego los retiramos.
  8. Enjuagamos con agua y jabón facial y seguimos con nuestra rutina habitual de belleza!

En mi caso, me gusta lavarme el rostro y aplicarme los discos apenas me levanto. Los tengo unos instantes cubriendome todo el párpado, pero como es de mañana y no tengo tanto tiempo libre, luego los doblo a la mitad, los aplico en la parte inferior al ojo y con los discos puestos preparo mi desayuno, busco mi ropa, etc. También los uso a la noche a veces, sobre todo cuando pasé muchas horas leyendo o frente a la PC.


Si la hinchazón se debe a una alergia, les recomiendo que no se queden con esto y consulten a un médico por favor ><

Si la situación se reitera, pero por motivos no vinculados a la alergia, revisen las causas de arriba y analicen su modo de vida: ¿duermen lo suficiente? ¿comen mucha sal? ¿se la pasan frente a la compu?. También pueden probar elevar su cabeza un poco más al dormir, ya que así el líquido no se retiene en el rostro.

Espero que les sea de ayuda!


Muy fácil, rápido, económico y no tenemos que sacrificar más inocentes pepinos jaja

Muchas gracias por leer ♥ 
V.